Gloriosísimo San Juan Bautista,
por el amor ardiente que tuviste al Niño Jesús
y por la santísima dulzura que infundió en tu corazón con sus halagos;
por aquellos privilegios que te concedió
para hacer tantos milagros a favor de tus devotos,
te suplico te dignes favorecerme en todas mis necesidades
con tu eficaz patrocinio y en particular te ruego
me alcances la gracia que te pido en este día.
¡Oh, glorioso San Juan Bautista,
muévete a piedad de esta alma acongojada,
que en ti puso sus esperanzas;
líbrala, te ruego, de sus miserias.
¡Oh, santo de los milagros!,
alivia la congoja de mi corazón,
y haz que yo viva aquí como verdadero amante de mi Jesús
para poder gozar de Él en el Cielo.
Amén.